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Mostrando entradas de junio, 2010

Pensante

Él siguió pensándome ya entrada la noche, me pensaba incluso cuando aún me tenía en sus brazos... sabe que me voy sin pensarlo... por eso insiste en mantenerme en vela... para no salir de él...

Ayer fue un buen día...

Disfruté de la libertad del que no tiene trabajo, de la risa y belleza de mis amigas, del joven que de repente me trató como una diosa... por el puro gusto de amarme como lo que para él soy. Recordamos viejos tiempos y me insistió que abandonara los toros y el humo que me consume los pulmones de a poco. Le dije que no, que mejor fuese él quien lo abadonara todo... su loca idea de casarse, su tonto sonsonete de erudito... Para ninguno funcionó y nos despedimos...

Del miedo...

Cristian Hernández, ahora ex novillero queretáno, se nos rajó... Así no más, se rajó. Se ha cortado la coleta dejando vivo a su lote completo, en plena Plaza México. Qué cosa, pero eso sí, se lo llevaron al Ministerio Público para que rindiera la declaración pertinente por aquello de no haber dado muerte a sus toros, no fuera francés porque entonces... NO PASA NADA!!! Pero bueno por lo menos ya se retiró y esperemos que de esa decisión no se raje también, y luego ande buscando oportunidades otra vez. Qué lástima, pero lo preocupante es que esto sea contagioso y veamos después a una serie de jóvenes promesas desmoronándose ante sus becerros engordados; aunque los de De Haro se dejaron ver como novillos, al menos en las fotos que montaron en la página oficial de La México. Lo del miedo no es nuevo lo que no me cuadra es que se haya cortado la coleta. Luis Procuna sufría inmisericordes ataques de pánico, según cuenta la prensa. Pero qué va de temerles un ratito a abandonarlos así

Un pasodoble de aliento...

"Novillero" de Agustín Lara Un domingo en la tarde se tiró al ruedo para calmar sus ansias de novillero. Torero, valiente. despliega el capote sin miedo, sin miedo a la muerte. La Virgen, te cuida te cubre su manto, que es santo mantón de Manila. Muchacho, te arrimas, lo mismo en quite gallardo que en las banderillas. Torero, ¡quién sabe! si el precio del triunfo lo pague tu vida y tu sangre. Yo espero que la vida, torera siempre, me deje desplegar el capote. No me importa si soy maletilla por diez años... tan sólo la idea de de una verónica templadita, suave como un día sin viento, tibia como las manos de mi madre. Yo espero que la vida me empuje pa' lante... que los derrotes me cojan con saña para mis heridas cicatricen y me levante. Que me lleven a la enfermería agonizante pero luego al borde del desastre repire de otros aires. Un aire de triunfo torero. Porque aunque no soy sino una lingüista que torea tal un toro que no es del toro suyo, le m